
¿Qué ocurrió aquellos días?
La condiciones meteorológicas de aquel año 1994 fueron de extrema sequía, con precipitaciones en algunos puntos, hasta un tercio de la media anual. Esto provocó que la vegetación estuviera reseca, facilitando la combustión en caso de incendio. Una verdadera bomba de relojería. Un periodo de sequía, provoca que mucha cantidad de ramas se sequen, aumentado las partes secas y mas fácilmente inflamables de la vegetación. La combinación de periodos de sequía con primaveras lluviosas y veranos secos, preparan el monte para una incendio devastador.
Como se puede ver en las imágenes meteorológicas, durante esos días se colocó sobre la parte este de la península, una masa de aire cálido. Junto con unos vientos secos del oeste, que hicieron que la humedad ambiental cayera de forma brusca.

En un incendio forestal, los factores claves son la temperatura, el viento, la humedad ambiental y la sequedad del combustible. El único elemento que faltaba, era el detonador. En este caso un rayo, fue el culpable. Una tormenta seca situada al norte de Ayódar, descargó entre en el barranco de las Carboneras y el Rio Pequeño, ambos en el término de Espadilla.


Aquella zona, ya había sufrido un incendio en 1980. El 22 de Agosto, un rayo caía en el Barranco del Olmo, hacia el oeste del pueblo. Rápidamente se propagaba en dirección norte, quemando toda la montaña de Saganta, en los términos de Fuentes, Cirat, Toga y Espadilla; llegando casi al término de Onda.
Casi toda la vegetación en 1994, era matorral. Coscojas, aliagas, romeros; con pocos pinos, como consecuencia de aquel incendio anterior.
Durante el sábado y domingo se estuvo extinguiendo el foco, pero sin enviar los medios adecuados. Se infravaloró la gravedad del fuego, al estar localizado en una pequeña área.
El problema llega el domingo tarde. Los fuertes vientos de poniente dan energía al incendio. El lunes, aquello es ya imparable, y el fuegos avanza en dirección sur , suroeste. Las llamas se divisan en la cumbre de Saganta y se dirigen hacia el pueblo.

Hay un ambiente de caos, y desorientación. La falta de coordinación entre los distintos cuerpos es algo palpable. Muchos vecinos están indignados, ya por un lado no se les permite actuar para salvar sus tierras y por otro lado perciben la falta de acción. En aquellos años, se había transferido la competencia de extinción de incendios a los bomberos. Los técnicos forestales denuncian que este cuerpo no tenía experiencia en el monte. Que asumir una competencia sin estar preparados, era un suicidio. En la prensa de aquellos días se pueden leer muchos artículos de opinión sobre esto.
En aquel mismo momento, un incendio aun mayor, en los limites entre Teruel y Castellón, arrasaba las comarcas del Maestrazgo. Este incendio simultaneo, pudo ser el desencadenante del caos. Hubo que dividir recursos, y la falta de preparación en aquella época, provocó un auténtico desastre.
El martes y miércoles, el fuego ya avanza sin remisión. Las grandes masas boscosas al sur y oeste de Ayódar, son pasto perfecto para el fuego.
Fuentes de Ayódar queda arrasado . El 100% de su término municipal, calcinado. Lo mismo ocurre con Torralba del Pinar y Pavías.


El miércoles 6 de julio, los pueblos de Pavías e Higueras son evacuados. Villamalur y Montán se niegan a abandonar los pueblos pese a las órdenes.
El dia 7 de Julio, el incendio ya presenta cinco frentes. El más fuerte se dirigía hacia Teruel desde Montán y Pina de Montalgrao. Aquello ya había alcanzado dimensiones catastróficas.
Finalmente, y casi porque el combustible forestal se había acabado, el incendio se controló.
Los últimos días se estuvo trabajando en Ayódar, para evitar que el fuego avanzar hacia el este. La gente del pueblo consiguió detener el incendio sobre las lomas del castillo y en las lomas del Madroñal. La pesadilla había acabado. El 70% de la superficie del termino de Ayódar había quedado arrasada. Mas de 19.000 Ha calcinadas
¿ Cuál era el contexto político de aquella época ?
Vivíamos en 1994, en plena crisis económica. La que vino después del año 1992, el año de las Olimpiadas y la Expo. En la Comunitat Valenciana, todavía esta el PSOE gobernando. Ya en pleno declive y con las horas contadas. El gobierno de Joan Lerma, y la figura de Emerit Bono, el conseller de Interior, cobraron importancia durante aquellos dias.
Incluso el que era vicepresidente del Gobierno de Felipe Gonzalez, Narcis Serra, se desplazó hasta Castellón, para visitar las zonas afectadas del Maestrazgo.

El Partido Popular, en la oposición, utilizó el tema de los incendios como arma política. Es curioso ver al actual ex presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, dando caña a diestro y siniestro en la prensa de la época.
Estas críticas gobierno oposición, las pudimos ver en 2012, con los grandes incendios de Valencia. Lo único es que eran en sentido contrario. Gobierno PP, oposición PSOE.
Bueno, nadie se puede extrañar. El tu más, es tristemente el pan nuestro de cada día. Esta claro que se tomaron decisiones equivocadas. La falta de medios y la poca preparación de un bomberos que comenzaban a extinguir fuegos forestales, fueron unos de los factores mas destacados. Se criticó la ley Ley 6/1993, de Presupuestos de la Generalitat, por la que se asignaban las competencias en materia de extinción de incendios forestales, a la Consellería de Administración Pública, hoy en día Conselleria de Gobernació.

¿Tras el fuego que?
Los últimos rescoldos aún humeantes, y comienzan las visitas de autoridades políticas prometiendo grandes inversiones, reforestación inmediata, recuperación de los usos forestales, etc, etc. Poco o nada quedó tras aquello.

Tras un incendio, los mayores peligros que se afrontan son la perdida del sustrato mineral. El agua no puede penetrar profundamente en la tierra, y se produce un fuerte arrastre de la tierra hacia los torrentes. En otoño, en esta zona mediterránea, son frecuentes las lluvias torrenciales.
Según expertos en Medio Ambiente, la regeneración natural, es una de las mejores opciones. Su éxito o fracaso tiene que ver con las especies quemadas, la edad del bosque, y el tipo de suelo y pendiente.
En Ayódar, la mayor parte de vegetación eran Pinos Carrascos ( Halepensis), junto con Pino Rodeno, en menor medida. Alcornoques y carrascas en menor medida , y mucho monte bajo.
La parte norte, la zona de Saganta ya había sufrido un incendio, 14 años antes, en 1980, por lo que la mayor parte de su vegetación eran coscojas y aliagas.


En cambio todo el restos de superficie, la parte oeste y sur, eran extensos bosques de coníferas adultos, con muchísima densidad.
La parte sur, al estar en una zona rica en areniscas silíceas, especies como el Pino Rodeno y las carrascas y alcornoques eran mucho mas abundantes.

El abandono del campo en los años 60 y 70, había supuesto la expansión masiva del pinar. Ningún uso del bosque, ni la limpieza del sotobosque, favorecieron la propagación sin control del fuego.
El fuerte éxodo rural de los años 60 y 70 había provocado el abandono de los cultivos. Ya nadie cuidaba del campo u obtenía algún beneficio del monte. Durante muchos años la recogida de aliagas para los hornos de Onda, fue una de las actividades económicas mas importantes de esta zona. Esto hacia que el monte estuviera muy clareado, dificultando los posibles incendios.
Pude encontrar un interesante trabajo fin de master realizado por Ana Isabel Alonso Panadero. Realizó un estudio de los dos grandes incendios de 1994. Usando técnicas de teledetección y GIS, revisa cual es actual estado forestal de la zona. Aunque el estudio es muy extenso, el resumen de sus conclusiones seria:
- Se ha producido una importante reducción del área arbolada tras 20 años.
- Los terrenos de matorral y prados han aumentado, al ser una vegetación mas rápido crecimiento.
- El abandono de la agricultura de secano se ha visto aumentado
- La orientación del terreno, hacia el norte y con umbría ha favorecido la regeneración en aquellas zonas.
- Las pendientes moderada y la altura han sido otros factores claves.
Es evidente a simple vista como estas aseveraciones son correctas.
Las laderas orientadas al norte esta mucho mayor pobladas de nuevos árboles que las laderas de solana.
¿Como estamos en la actualidad?
Evidentemente se han producido grandes mejoras, tanto en la prevención como en la extinción de incendios en comparación a 20 años atrás. En nuestro pueblo de Ayódar, un parque de Bomberos Forestales realiza un excelente trabajo. En numerosas ocasiones han conseguido con éxito, aplacar las llamas de pequeños focos de fuego.


La regeneración natural del bosque ha sido un relativo éxito, y hoy volvemos a ver pobladas,en mayor o menor medida, las laderas antes quemadas. En muchos casos, la densidad de pinos es excesiva, y debería haberse realizado una tarea de aclarado de la vegetación. La carretera a Torralba del Pinar es una muestra de ello.
Supongo por otro lado, que al situarse dentro de los límites del Parc Natural de la Serra Espada, las actuaciones sobre el territorio son más complicadas; y siempre tienen que estar supeditadas a la evaluación de los técnicos.
La sociedad actual, desgraciadamente, vive de espaldas al monte. El abandono de terrenos agrícolas, ha propiciado la extensión incontrolada de matorral bajo y bosque. Con un pueblo ajeno a lo que ocurre en la montaña es solo cuestión de tiempo que otro incendio vuelva a repetirse. El fuego es y ha sido un compañero del bosque mediterráneo desde hace millones de años. Ha condicionado la evolución de sus especies forestales, mucha de ellas muy resilientes al fuego. El problema es la frecuencia, cada vez mayor entre un gran incendio y el siguiente.
El año 2014 esta siendo extremadamente seco, y desde septiembre hasta mayo casi no se han producido precipitaciones importantes. Se presenta un verano complicado, así qué debemos extremar las precauciones.
Los incendios son, han sido y serán algo con lo que debemos vivir. Nuestra vida es tan corta que un catástrofe como un gran incendio nos deja sin bosque por décadas. Al final, la Naturaleza se impone. Es tan fuerte que incluso el hombre no puede acabar con ella.
Tenemos suerte de poder disfrutar de una impresionante sierra. Amenazada por la presencia humana. Espadán es algo de lo debemos estar orgullosos y cuidar al máximo.
Gràcies per publicar un article tan interessant sobre les conseqüències del foc vistes en perspectiva. Només trobe a faltar alguna foto d’abans del foc per a comparar però no deuen ser fàcils de trobar.
Un apunt si se’m permet; la principal dificultat en realitzar treballs d’aclarida del pinar no està en el fet de ser parc Natural (faltaria més) sinó en la propietat de la terra. Les brigades solen actuar en terrenys públics i la majoria de les terres forestals són privades per tan qui hauria de fer l’aclarida serien els particulars. Les diferents administracions han estat donant ajudes (ara crec que ja no) per a fer-ho però normalment als xicotets propietaris no els compensa fer la tramitació … això en cas de saber cadascú quin és el seu bancal.
Per cert, hi ha alguna manera de trobar el treball d’Ana Isabel Alonso del que parles?
Moltes gracies a ti. Si, tens rao, quan ni ha una propietat privada tota la responsabilitat de la neteja recau en el propietari del
terreny. En la practica els propietaris no fan res, pero no ni ha voluntat politica de anar contra ells. Es una realitat, la nostra societat viu de molt lluny del mon rural.
En relacio al treball de Ana Isabel Alonso, posare el link per si vols descarregarlo. Jo vaig trobarlo a Internet, supose que no ni haura cap problema.
Salutacions
Hola Raúl.
No ens coneixem, però m’agradaria fer-ho proximament i compartir impressions. Sóc bomber forestal des de 2001 i estic assignat a Ayódar des de fa 4 anys, com a Subcap d’Unitat.
Moltes gràcies per l’article, és molt complet i interessant. Dóna molta llum al que sense dubte és l’incendi forestal de referència per a tots els que ens dediquem a açò d’apagar focs forestals fent-ho defensant la Serra d’Espadà.
L’incendi forestal d’Espadilla (i Ayódar) del 1994, va ser un gran incendi forestal (GIF) de comportament convectiu que va fer col.lapsar tota la capacitat de resposta en aquell moment.
Com bé dius, la situació no ha millorat molt.
Sí que ho ha fet, en la meua opinió, pel que fa a l’operatiu. S’ha fet un gran esforç transversal i ara estem més madurs com a dispositiu. Tenim molts més mitjans, millor disposició i desplegament en el territori, millors equipaments, més formació, millor condició física, etcètera. Tot i això és evident que tenim molt per a millorar.
Però si pel que fa a l’operatiu, s’han produit millores, tot el contrari ha passat amb els condicionants de fons que van produir aquell GIF.
No només es mantenen les amenaces, sinó que s’han agreujat en molts casos i m’explique.
L’abandonament rural s’ha mantingut i accentuat amb el conseqüent abandonament de cultius i zones d’explotació forestal tradicional. Això ha provocat expansió de les masses forestals i acumulació de biocombustible. A més, el canvi climàtic ha modificat la nostra pluviometria, de forma que les sequeres són més llargues i contundents i han augmentat les temperatures. Açò provoca estrés hídric en la vegetació, afebliment dels seus sistemes de defensa i fa que es disparen les poblacions d’escolítids i d’altres plagues provocant mortalitat i per tant disponibilitat en exemplars que altrament estarien vius, carregats d’humitat, i per tant menys disponibles per al foc.
D’altra banda, amb els canvis que s’han produit en el dispositiu d’extinció, al llarg d’estos 21 anys hem extingit nombrosos incendis de baixa i mitja intensitat provocats per llamps. Això provoca l’anomenada Paradoxa de l’extinció que al eliminar l’element foc del paisatge, fa augmentar la quantitat de biomassa i excés de combustible.
Dificilment podriem imaginar un escenari més desfavorable.
És qüestió de temps tornar a patir una sequera severa, estar afectats per una massa càlida Sahariana, tindre vents de component terral amb humitats molt baixes i un detonador, siga antròpic o per tempesta seca amb aparell elèctric. És impossible evitar que torne el foc en l’ecosistema mediterràni, del que és element propi i recurrent. És qüestió de temps tornar a vore un incendi amb comportament extrem i fora de capacitat d’extinció que faça col.lapsar la nostra capacitat de resposta.
Ens cal intruduir canvis per a evitar un nou 1994. Cal frenar l’acumulació de combustible, siga amb pastoreig, amb selvicultura preventiva, o amb cremes prescrites. Les cremes prescrites són la forma racional i planificada de reintroduir l’element foc en el paisatge, i fer-lo de forma controlada i en les condicions que beneficien a l’ecosistema.
Hem de recòrrer un llarg camí junts per a fer els canvis necessàris.
Moltes gràcies de nou per l’article. Serà objecte d’analisi i reflexió per part nostra.
Una abraçada.
Moltes gràcies a tu, Jesus . Com a professional , els teus opniones són molt valuoses . Vosaltres us jugueu la vida cada vegada que un incendi assota les nostres muntanyes . T’anime a que si tens ganes d’explicar- coses sobre la muntanya , la prevenció , extinció i detalls curiosos de la teva feina , aquí tens el teu espai.
Una abraçada
Gràcies, Raül. Excel·lent treball que he trobat per casualitat i que compartisc en Facebook i Twitter (Pobles Abandonats). També l’aportació de Jesús em sembla molt interessant. Realista.
En aquelles dates encara recorde les imatges de Canal 9, que mostraven les flames pràcticament en l’entrada d’Ayódar, i com es cremava l’entorn de la carretera de Torralba per la nit. Varen ser uns dies terribles.
Gràcies,